Trabaja Para Dios Y No Para Los Hombres: La Verdadera Recompensa

Trabajar para Dios y no para los hombres nos ayuda a encontrar una verdadera recompensa. Jesucristo dijo en su enseñanza que, "Cualquiera que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por amor de mí, la encontrará" (Mateo 16:25).

Por lo tanto, cuando servimos a Dios y satisfacemos sus propósitos por encima de todo lo demás, nunca tendremos que preocuparnos por el resultado material o los favores humanos. En vez de eso, recibiremos una recompensa divina.

Aquí hay algunas maneras específicas en que trabajar para Dios nos recompensará:

  • Recibiremos gozo sin igual: La Palabra de Dios inspira que nuestro trabajo para Dios nos dará un gozo que nunca se desvanece. Jesús dijo: "Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, se os volverá a medir" (Lucas 6:38).
  • Recibiremos una recompensa eterna: No hay nada duradero en la tierra que pueda compararse con la recompensa celestial. Esta es una plataforma para el éxito eterno. La Palabra de Dios nos dice que "No te olvides de hacer el bien y de repartir tus dones, porque tales ofrendas tienen un gratísimo recuerdo delante de Dios". (Hebreos 6:10).
  • Recibiremos la satisfacción del cumplimiento: Trabajar para Dios nos da el privilegio de cumplir el plan divino para nuestras vidas. Cuando trabajamos para Dios, cada vez que miramos hacia atrás, tendremos la satisfacción de saber que hemos servido de la mejor manera posible. Jesús dijo: "Venid a mí, todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso" (Mateo 11:28).

Al trabajar para Dios, podemos experimentar una profunda paz que nos acerca a Él. Como dice la Escritura, "Dichoso el hombre que busca ser justificado por el Señor y que cumple sus estatutos; que vive de un espíritu recto" (Salmo 119:1-2).

Aun así, los sacrificios que hacemos cuando trabajamos para Dios a menudo van mucho más allá de nuestras expectativas y nos proporcionan una recompensa eterna que excede cualquier cosa que podamos recibir de los hombres. Esta recompensa de Dios es la que nos motiva a servirlo y confiar en sus planes.

Índice
  1. UN SOLO DIOS y UN SOLO MEDIADOR - Una verdad que te traerá vida eterna
  2. ¿Qué quiere decir Colosenses 3 23?
  3. ¿Qué dice Ruth 2 12?
  4. ¿Qué dice la palabra de Dios sobre el trabajo?
  5. Preguntas Relacionadas
    1. ¿Cómo se puede aplicar hoy esta enseñanza para alcanzar una verdadera recompensa?
    2. ¿Cómo podemos mantenernos motivados al trabajar para Dios cuando pareciera no haber ninguna recompensa?
    3. ¿Qué nos dicen las Escrituras acerca de la verdadera recompensa al trabajar para Dios y no para los hombres?
  6. Conclusión

UN SOLO DIOS y UN SOLO MEDIADOR - Una verdad que te traerá vida eterna

¿Qué quiere decir Colosenses 3 23?

Colosenses 3:23 nos dice: "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres". Esta versión bíblica nos enseña que debemos vivir nuestras vidas con actitudes honradas, honestas y desinteresadas hacia los demás. Nuestros propósitos, esfuerzos y acciones deben estar motivados por amor y respeto hacia Dios, no sólo para complacer a otros y alcanzar nuestros objetivos terrenales.

Significado de Colosenses 3:23

  • Debemos hacer las cosas con amor y desinterés, es decir, sin la intención de ganar algo a cambio.
  • Nuestras actividades diarias deben estar motivadas por el amor a Dios y el deseo de agradarle a Él.
  • Los propósitos de nuestra vida deben ser el cumplir la voluntad de Dios, no nuestras propias metas.
  • No debemos olvidar que todas nuestras acciones tienen consecuencias, tanto buenas como malas.

El versículo de Colosenses 3:23 nos enseña que nuestras acciones y decisiones deben ser guiadas por la fe, el amor a Dios y el deseo de honrarlo. De esta manera, podremos vivir una vida que refleje su gloria y su amor.

¿Qué dice Ruth 2 12?

Ruth 2:12 dice: "Ya que el Señor te haya encomendado, hija mía, que seas su bendición. Que tu recompensa sea generosa de parte del Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte."

Esta versión del capítulo dos de Ruth nos habla sobre la misericordia de Dios y la protección que este ofrece a sus fieles. El Señor bendice a Ruth y le da una recompensa generosa por su confianza en él.

En Ruth 2:12 encontramos muchas lecciones importantes sobre la fidelidad, el amor y la fe en Dios:

  • Dios siempre recompensa la confianza y la obediencia.
  • Nuestro Señor nos protege y ofrece seguridad bajo sus alas.
  • Debemos mostrar gratitud por la misericordia de Dios.

Esperamos que esta versión del capítulo dos de Ruth te inspire para comprender mejor los grandes dones que Dios nos ha dado. Si deseas profundizar aún más en la biblia, puedes buscar recursos en línea, asistir a cultos regulares y/o leer comentarios sobre los versículos que más te interesen.

¿Qué dice la palabra de Dios sobre el trabajo?

La Palabra de Dios tiene mucho que decir sobre el trabajo. La Biblia nos habla acerca del propósito y la importancia de trabajar con el fin de proporcionar provisiones para nosotros y nuestras familias. Esta es una de las principales enseñanzas de la Escritura. Por ejemplo, podemos encontrar pasajes como:

  • 2 Tesalonicenses 3:10-12: Para esta razón, también nosotros recomendamos con firmeza a los hermanos que trabajen y provean para sus propias necesidades, así como hemos hecho nosotros.
  • Proverbios 6:6-8: Ve a la hormiga, oh perezoso; contempla sus caminos y sé sabio. Aunque no tiene capitán, ni gobernante, ni señor,prepara en el verano su alimento, guarda en el tiempo de la siega su provisión.

Otro pasaje de la Palabra de Dios que hace referencia al trabajo es el que se encuentra en Eclesiastés 5:18-19, que dice: "He aquí lo que he observado, lo que es bueno y aceptable ante Dios: El que teme a Dios, mantenga sus compromisos; el que es pobre, sea honrado en sus tratos, y que aun el ricohaga lo mismo.

Esto nos exhorta a ser honrados en nuestros tratos, tanto en el trabajo como en otros aspectos de nuestras vidas. Si somos fieles en nuestro trabajo, podemos estar seguros de que Dios nos bendecirá. Dios recompensará el esfuerzo y las buenas obras. Él incluso promete prosperidad a aquellos que son diligentes en el trabajo, como se lee en Jeremías 29:11: "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, dice el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza".

Preguntas Relacionadas

¿Cómo se puede aplicar hoy esta enseñanza para alcanzar una verdadera recompensa?

El premio que recibimos por servir a Dios es infinitamente superior a cualquier cosa que podamos desear aquí en la tierra. La Palabra de Dios nos dice con claridad que nuestra recompensa está reservada en el cielo. En Mateo 6:20 leemos: "Por tanto, no os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.

¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que ni siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?"

Ésta y muchas otras enseñanzas bíblicas nos ayudan a comprender mejor el valor de nuestro premio como cristianos. Por lo tanto, para alcanzar una verdadera recompensa, debemos estar preparados para entregar todo en servicio a nuestro Señor.

Aquí van algunas claves para prepararnos para recibir la verdadera recompensa:

  • Leemos y meditamos en las Escrituras para entender mejor los planes de Dios para nosotros.
  • Oramos diariamente para pedir fuerza y guía de parte de Él.
  • Mantenemos una relación íntima con Dios para comprometernos mejor con el servicio.
  • Vivimos estilos de vida limpios, con honestidad y justicia.
  • Confesamos nuestros pecados y nos arrepentimos de ellos.
  • Buscamos la ayuda de nuestros hermanos para asistirnos.
  • Trabajamos diligentemente para recibir la bendición divina.

Estas simples instrucciones nos acercan a la grandiosa recompensa que tenemos reservada en el reino de los cielos. Recordemos que Jesús nos ha dicho: "Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan" (Lucas 11:28). Entonces, si queremos disfrutar de la verdadera recompensa que vendrá, debemos guardar la Palabra de Dios y cumplir Sus mandamientos.

¿Cómo podemos mantenernos motivados al trabajar para Dios cuando pareciera no haber ninguna recompensa?

Mantener la motivación para trabajar para Dios puede parecer un reto difícil cuando sentimos que no existen recompensas a corto plazo. Sin embargo, hay muchas formas a través de las cuales podemos sostener el ánimo siempre motivado para servirle a Él. Estas incluyen:

1. Recordar nuestra identidad en Cristo

  • Nuestra identidad en Cristo no depende de nada que hagamos o deje de hacer, sino que solo viene de Su condición de amarnos. Cuando nos focalizamos en eso, verdaderamente comenzamos a entender que ésta es la base sobre la cual construimos nuestro servicio a Él.

2. Buscar satisfacción a largo plazo

  • Cuando vemos la recompensa inmediata como la única forma de motivarnos, nos perdemos todos los beneficios del servicio a largo plazo. Piensa en construir un legado duradero para Dios que le sirva a muchas personas durante muchos años, y no te desanimes con los resultados a corto plazo.

3. Colocar los ojos en Jesús

  • En lugar de intentar presumir cada paso de la jornada, puedes tener la confianza de saber que Jesús abrirá las puertas si decides seguir su voluntad. Si oras y buscas Su guía mientras servimos con dedicación, entonces recibiremos nuestra recompensa, aunque no sea inmediata y tangible.

Enfocarse en el servicio a Dios sin mirar la gratificación inmediata oculta muchas bendiciones. Si nos mantenemos fieles, El nos recompensará de múltiples formas. Por lo tanto, siempre debemos recordar que estamos trabajando para Dios por amor a Él, junto con el deseo de cumplir Sus planes, y no para ganar alguna recompensa propia.

¿Qué nos dicen las Escrituras acerca de la verdadera recompensa al trabajar para Dios y no para los hombres?

Las Escrituras nos dicen mucho acerca de la verdadera recompensa al trabajar para Dios y no para los hombres. En primer lugar, nos recuerdan que el trabajo que realizamos para Dios está motivado por amor y no por el simple deseo de obtener recompensas materiales. La Biblia dice: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segara" (Gálatas 6:7). Esto significa que Dios recompensa a sus hijos con beneficios espirituales, según su eterno propósito.

Podemos ver la verdadera recompensa al trabajar para Dios en las Escrituras. El Salmo 84:11 promete: "Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos; prefiero estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las tiendas de los impíos". El Salmo 37:4 también nos dice: "Deléitate en Jehová, y él te concederá los deseos de tu corazón". Primero, debemos encontrar deleite en el Señor, y luego Él nos otorgará nuestros deseos.

Además, hay muchas promesas bíblicas sobre los beneficios y recompensas espirituales de servir a Dios, como:

  • La paz, alegría y contentamiento que viene del Señor (Salmo 16:11).
  • La sabiduría y entendimiento para discernir la voluntad de Dios (Colosenses 1:9-10).
  • Las bendiciones espirituales de la presencia de Dios (Salmo 4:7).
  • Paz interior y quietud que viene con la comunión con Cristo (Salmo 32:7).
  • Una nueva vida llena de esperanza (Romanos 8:31).

También hay innumerables pasajes bíblicos que nos recuerdan la grandeza de nuestro Salvador y la maravilla de perderse en su gloria. La Biblia menciona repetidas veces que los ricos beneficios que recibimos al servir a Dios son incomparables con cualquier recompensa ofrecida por los hombres (Mateo 6:19-21). Esto significa que cuando trabajamos para Dios, nuestra verdadera recompensa no proviene de los hombres, sino de Dios mismo.

Por último, también es importante recordar que el trabajo que hacemos para Dios no solo nos beneficia a nosotros mismos, sino también a nuestros hermanos. Al trabajar para Dios, somos parte de la gran obra de Su reino, que consiste en predicar el evangelio y ayudar a otros a experimentar el amor y la misericordia de Dios. Al trabajar para Dios, obtenemos la mayor recompensa, que es el privilegio de servirle a él y a su reino.

Conclusión

En conclusión, la verdadera recompensa está en trabajar para Dios y no para los hombres, ya que solo El nos dará el premio y la satisfacción de haber servido a su causa. La dedicación al servicio divino nos traerá una mayor paz interior, amor y satisfacción, lo que nos llevará a estar más cerca de Dios y de sus promesas en la Biblia.

Todo aquel que trabaje para Dios podrá disfrutar de los siguientes beneficios:

  • Vida abundante
  • Paz espiritual profunda
  • Felicidad eterna
  • Reconocimiento de Dios
  • Bendiciones especiales

Es por esto que, debemos concentrarnos en nuestro trabajo para glorificar a Dios, sin mirar la recompensa terrenal, ya que nuestra verdadera recompensa vendrá del cielo cuando recibamos nuestra corona de justicia y gloria eterna.

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