La Oración De Ezequías

En la Biblia, encontramos una hermosa oración de Ezequías, rey de Judá. Tomada del Quinto Libro de los Reyes 19:14-19, se conoce como la "oración de Ezequías". Esta fue la plegaria que Ezequías dirigió al Señor cuando Sennaquerib, rey de Asiria, desafió a Jerusalén.

Ezequías comenzó su oración reconociendo lo grande que era el Señor en comparación con todos los demás dioses:

"Señor de los Ejércitos, Dios de Israel, tú te sientas sobre querubines; tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra".

A continuación, Ezequías reconoció el poder y la autoridad del Señor para salvarlos de sus enemigos:

"Inclina, oh Señor, tu oído y escucha, abre, oh Señor, tus ojos y mira nuestras ruinas y la ciudad que lleva tu Nombre. Porque no confiamos en nuestras propias fuerzas ni en la armadura de nuestra caballería".

Ezequías pedía que el Señor acudiese en su ayuda:

"Y ahora, oh Señor, vemos nuestras ruinas, y la ciudad que habías dado a nuestros padres, para gloria tuya, ha sido reducida a escombros. Oh Señor, acuérdate de nosotros por amor de tu Nombre; no nos deseches, por favor".

Finalmente, Ezequías aceptó el juicio de Dios sobre su pueblo y pidió por misericordia:

"Porque somos un pueblo tuyo y confesamos tu Nombre, oh Señor, nosotros somos el pueblo que te reconoce".

La respuesta de Dios fue inmediata; Sennaquerib fue derrotado. La oración de Ezequías es una muestra de:

  • Crecimiento espiritual
  • Confianza en Dios
  • Humildad y disposición a aceptar el juicio de Dios sobre la nación
  • Dependencia de Dios
  • Reconocimiento de la grandeza de Dios entre los demás dioses

Al igual que Ezequías, nosotros también debemos presentar nuestras oraciones con fe ante Dios, sabiendo que Él es el único que puede salvar a Su pueblo. Y así, como Él respondió a Ezequías, podemos esperar que Él nos responda también.

Índice
  1. Ezequías El rey de Judá amante de la oración - Pbro. Francisco Limón
  2. LA ORACIÓN DE EZEQUÍAS
  3. Preguntas Relacionadas
    1. ¿Cuáles fueron las palabras exactas de la oración de Ezequías en 2 Reyes 20?
    2. ¿Qué fue lo que motivó a Ezequías a orar y confiar en Dios a pesar de sus circunstancias?
    3. ¿Qué aprendemos de la oración de Ezequías acerca de la profunda fe en Dios y Su soberanía?
    4. ¿Cómo nos puede servir este pasaje para desarrollar nuestra propia comunión con Dios?
    5. ¿Cómo podemos aplicar la oración de Ezequías a nuestras propias luchas diarias?
  4. Conclusión

Ezequías El rey de Judá amante de la oración - Pbro. Francisco Limón

LA ORACIÓN DE EZEQUÍAS

Preguntas Relacionadas

¿Cuáles fueron las palabras exactas de la oración de Ezequías en 2 Reyes 20?

La oración de Ezequías es una de las más memorables en la biblia, y se encuentra registrada en el capítulo 20 del libro de 2 Reyes. Esta oración se realizó cuando el profeta Isaías le informó al Rey Ezequías acerca del inminente fallecimiento debido a una enfermedad. Estas fueron sus palabras exactas:

1. “¡Ay, Señor! Te ruego que recuerdes que he andado delante de ti con sinceridad e integridad de corazón”

    (2 Reyes 20:3 NLT).

2. “¡Señor, ten misericordia!. Acuérdate de cómo he vivido en tu presencia, y haz lo que me prometiste”

    (2 Reyes 20:3 NLT).

3. “No permitas que los trabajos de mis manos decaigan”

    (2 Reyes 20:8 NVI).

4. “Esfuérzate y animo, oh Ezequías. Pues no dejarás que los que te quieren sean avergonzados por causa tuya”

    (2 Reyes 20:12 NVI).

Este relato bíblico nos presenta a alguien que ha vivido fielmente según la voluntad de Dios. Como resultado de su confianza y devoción hacia el Señor, Dios le concedió al Rey Ezequías una encomiable respuesta. Sus oraciones demuestran que la fe de Ezequías era íntegra y que estaba dispuesto a ser obediente y leal al Señor.

Estas palabras pueden motivarnos a nosotros como cristianos a recordar que Dios siempre escucha y responde a nuestras oraciones. Cuando reconocemos que somos súbditos de Dios, y confiamos en que Él hará todo lo que sea bueno para nosotros, experimentamos Su paz y consuelo. Podemos ser testigos que Dios es fiel a sus promesas. Tal como Jesús dijo: "Todo lo que le pidáis en mi nombre, yo lo haré" (Juan 14:14 NVI).

¿Qué fue lo que motivó a Ezequías a orar y confiar en Dios a pesar de sus circunstancias?

Ezequías casualmente fue uno de los más grandes y fieles reyes de Judá que vivió en época bíblica. Su breve reinado duró desde 715 a 686 a. C., en el reino del sur, conocido como Judá. Poco se sabe acerca de lo que sucedió antes de que ejerciese la autoridad real; los escritos de la Biblia indican que fue educado por los sacerdotes de Yahvé para gobernar de acuerdo a la ley de Dios. Tenía un profundo amor por el Señor, así como un gran respeto y reverencia a las Escrituras.

Cuando Ezequías llegó al trono del reino de Judá, los israelitas conocían la apostasía y la idolatría. Estaban volviendo sus espaldas a Dios y estaban rendidos ante los dioses de otros pueblos. Fue por esto que Ezequías se apresuró a restaurar el culto a Yahvé, derribando altares a dioses extranjeros y destruyendo ídolos para traer de nuevo el culto a Jehová a Israel. Él también instruyó a la gente sobre los mandamientos y ordenanzas de Dios, y los animó a orar y buscar la dirección divina antes de tomar cualquier decisión.

Sin embargo, Ezequías se enfrentó a grandes dificultades a lo largo de su reinado. Se enfrentó a una invasión amenazadora por parte del rey Senaquerib de Asiria, quien trajo enormes ejércitos a las puertas de Jerusalén. Esto motivó a Ezequías a orar fervientemente a Dios, con fe y un corazón contrito. Él sabía que Dios era el único que podía librarle de tal momento de sufrimiento. En su oración, Ezequías confiaba en que Dios pondría un fin a la amenaza de los asirios, pero también esperaba que esta experiencia traería de nuevo a los israelitas al Señor después de tantos años de rebelión. A causa de su confianza en Dios, su petición fue concedida y el ejército asirio fue destrozado por el Ángel de Jehová.

Entonces, ¿qué motivó a Ezequías a orar y confiar en Dios a pesar de sus circunstancias? La respuesta es simple: fue su profunda fe en Dios. Él creía que Jehová era un Rey poderoso, un Dios misericordioso y justo, que siempre podía salvar a su pueblo. A pesar de la severidad de su situación, Ezequías confió en la bondad de Dios y habló con una atrevida confianza cuando clamó al Todopoderoso. Esta fe inquebrantable inspiró a Ezequías a orar con tanta devoción que el eterno se vio obligado a escucharlo y contestó su petición.

¿Qué aprendemos de la oración de Ezequías acerca de la profunda fe en Dios y Su soberanía?

En la oración de Ezequías encontramos un gran ejemplo de cómo llevar nuestras peticiones a Dios. Su oración de confianza nos recuerda la soberanía de Dios sobre todo lo creado y su bendito plan para todos nosotros. A través de ella, aprendemos que podemos dirigirnos a Él en cualquier momento y circunstancia, ya sea para orar por algo particularmente importante para nosotros o para agradecer por alguna bendición que recibimos.

Ezequías nos anima a tener profunda fe en Dios y Su soberanía, e incluso en medio de los conflictos y aflicciones, como fue el caso de Ezequías. Él oró con la esperanza de que Dios escuchara su súplica y le concediera su deseo de vivir. En su oración, Ezequías reconoció que Dios tenía total control sobre su destino y que, sin importar qué, Él siempre tendría un propósito en la vida de cada uno de nosotros.

Al mismo tiempo, avergonzado por el pecado de su nación, Ezequías se arrepintió y rogó a Dios misericordia. Esto nos enseña que Dios escucha nuestras oraciones y está dispuesto a responderlas cuando tenemos una verdadera fe en Él. Dios no nos condenará por nuestras debilidades, sino que está listo para ofrecernos Su amor incondicional y compasión. Por lo tanto, al igual que Ezequías, deberíamos dirigirnos a Dios con audacia y reconocer Su soberanía sobre nuestras vidas.

Entonces, ¿qué podemos aprender de la oración de Ezequías? Podemos:

  • Tener profunda fe en Dios y Su soberanía
  • Reconocer la divinidad de Dios
  • Reconocer nuestras debilidades y arrepentimiento
  • Rogar a Dios con audacia
  • Agradecer las respuestas a nuestras oraciones

La oración de Ezequías es un recordatorio de que Dios está en control de todas las cosas y de que todos somos susceptibles de recibir Su amor y misericordia. Cuando practicamos la oración, debemos hacerlo con un corazón lleno de fe y confianza en que Dios nos oirá y responderá a nuestras necesidades.

¿Cómo nos puede servir este pasaje para desarrollar nuestra propia comunión con Dios?

En Pedro 4:8, la Biblia dice: "En todo amad los unos a los otros fraternalmente". Esta pasaje nos enseña sobre la importancia de desarrollar relaciones amorosas con nuestros hermanos en Cristo. Esto es un elemento esencial para desarrollar una conexión verdadera con Dios y crecer espiritualmente.

Cuando amamos y servimos a otros como lo hace Jesús, estamos honrando a Dios con nuestro comportamiento. Desarrollar esta profunda comunión con Dios a través del amor cristiano no es solo una buena idea, sino un mandamiento bíblico. Este es el medio para obtener la bendición de sentir la presencia de Dios cada vez más en nuestras vidas.

Existen varias áreas que podemos trabajar para desarrollar nuestra propia comunión con Dios:

  • Oración. Orar es la mejor forma de comunicarnos con Dios. Siempre debemos buscar tener momentos regulares de oración con Dios y pedirle sabiduría, dirección y su paz.
  • Lectura de la Biblia. Leer la Palabra de Dios de forma diaria es una gran manera de mantenerte cerca de Él. La lectura constante de la Biblia nos acerca, poco a poco, a la manera de pensar y obrar como lo hace Dios.
  • Servicio a los demás. Sirviendo al prójimo nos permite seguir de cerca las enseñanzas de Jesús. Cuando servimos a otros, actuamos como Jesús lo hizo y nos ayudamos unos a otros para honrar a Dios.
  • Testimonio. Compartir nuestra fe con otros es una manera eficaz de desarrollar una fuerte comunión con Dios. Nuestro testimonio nos recuerda que somos hijos de Dios y nos ayuda a honrar su nombre.
  • Alabanza. Las alabanzas son una forma directa de reconocer a Dios y darnos cuenta de Su grandeza. Alabar a Dios nos ayudará a estar más alertas a sus respuestas y recordar que somos simplemente sus siervos.

Esperamos que estos puntos te ayuden a desarrollar tu propia comunión con Dios. Que Dios te bendiga y te guíe en tu camino.

¿Cómo podemos aplicar la oración de Ezequías a nuestras propias luchas diarias?

La oración de Ezequías es una de las más bellas y conmovedoras plegarias bíblicas que hemos leído. Él clama a Dios en voz alta y suplica misericordia, bondad, y la liberación de los males que les afligían a él y al pueblo de Dios. Muchos nos encontramos hoy luchando con luchas cotidianas en nuestras vidas, desde preocupaciones financieras hasta problemas de salud y la incertidumbre en cuanto al futuro. Pero, ¿cómo podemos aplicar la oración de Ezequías a estas situaciones?

En primer lugar, es importante darnos cuenta de que Dios escucha las plegarias de todos aquellos que lo buscan sinceramente. Podemos orar con la misma fe, humildad y súplica que usó Ezequías. Aprendamos de sus palabras: "Tú eres justo, oh Señor, pues yo he hablado como lo tengo en mi corazón" (Isaías 38:3). De igual modo, debemos ser honestos en nuestras oraciones y mostrarles a Dios nuestros verdaderos sentimientos. Esto nos ayudará a reconocer la soberanía de Dios y confiar en Su plan para nosotros, independientemente de cómo nos sintamos en el momento.

Otra manera en la que nos podemos acercar a Dios a través de la oración es alabándolo por quién Él es. En su oración, Ezequías glorifica a Dios por Su grandeza, amor y misericordia inagotables. "Porque ellos no se volverán a ti sin éxito; exaltarán tu justicia" (Isaías 38: 3). Al recordarnos Su carácter entregado al amor y la misericordia, nos abre la puerta para que pongamos en Él toda nuestra atención cuando estamos lidiando con luchas diarias.

También debemos tener en cuenta la oración de Ezequías por sus compañeros israelitas. “¡Ten piedad, oh Señor, ten piedad de mí, y que vean mis ojos tu salvación, aun de los hijos de mi cuerpo!” (Isaías 38:19). Ezequías inspira nuestra generosidad al orar por los demás. Cuando oramos por los demás, Dios nos da la gracia para orar por nosotros mismos.

En última instancia, la oración de Ezequías nos ayuda a ver la oración como un camino hacia la libertad. Pidió a Dios que lo liberara de su enfermedad, y su oración fue contestada. Muchas veces nosotros necesitamos ese mismo tipo de liberación. Podemos aprender de Ezequías cómo presentar nuestras peticiones a Dios y pedirle que nos conceda la gracia, el descanso y la solución para nuestras luchas diarias.

Conclusión

La oración de Ezequías es una de las oraciones más destacadas y profundas de la Biblia. Esta oración, encontrada en el Libro de Isaías 38:9-20, fue la oración que el rey Ezequías oró cuando se enteró de que su vida estaba a punto de llegar a su fin. Esta oración demuestra el gran amor y respeto que Ezequías tenía por Dios.

En su oración, expresa su confianza en Dios, su arrepentimiento por sus pecados, y su gratitud por la misericordia de Dios. Su oración también refleja su profunda fe en Dios como el único Rey y absoluto soberano. Se puede ver que Ezequías reconoció que Dios podía prolongar su vida, aunque Dios no necesariamente lo iba a hacer.

En conclusión, nosotros como cristianos, debemos aprender mucho de la oración de Ezequías. Estamos llamados a confiar en Dios con toda nuestra alma, arrepentirnos de nuestros pecados y expresar nuestra gratitud por Su constante misericordia. También debemos recordar que Dios es el único Rey y soberano absoluto, cuyo propósito para nosotros supera nuestras circunstancias temporales. Entonces, podemos vivir con confianza, paz y esperanza en Dios, incluso en los tiempos de dificultad.

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