La Buena Parte Que Nunca Nos Será Quitada

La Biblia nos enseña que aunque hayamos sido despojados de muchas cosas por las circunstancias, hay una buena parte que nunca nos será quitada. Esto lo encontramos en la bien conocida frase de Romanos 8:38-39 que dice: "Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados, ni lo presente ni lo por venir, ni poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro".

Dios nos da la promesa de que su amor y su fidelidad siempre estarán con nosotros. Esta promesa nos da consuelo y esperanza en medio de los momentos difíciles que enfrentamos. La buena parte que nunca nos será quitada es la provisión de Dios para nuestras almas.

A continuación te enumeramos algunos puntos importantes:

  • El amor de Dios permanece con nosotros
  • Dios nos obsequiará sus bendiciones cuando seamos fieles a Él
  • Él nos perdona nuestros pecados y nos ofrece una nueva oportunidad
  • Él nunca nos dejará ni nos abandonará
  • Nos acoge y nos da paz en tiempos de angustia
  • Nos llena de fuerzas para enfrentar los problemas

Por todos estos motivos, debemos recordar que aunque hayamos sufrido pérdidas, éstas jamás nos arrebatarán la buena parte que Dios nos ha otorgado. Confía en Él y recuérdale esa promesa siempre.

Índice
  1. ¿Cuál es la parte que no le será quitada a María?
  2. ¿Cuál es la buena parte que escogio María?
  3. Preguntas Relacionadas
    1. ¿Qué significa que la buena parte que nunca nos será quitada según la Biblia?
    2. ¿Cómo podemos descubrir cuál es nuestra buena parte?
    3. ¿Qué nos enseñan en la Biblia los ejemplos de personajes que hayan buscado, obtenido y conservado la buena parte?
    4. ¿Cómo ha sido bendecido tu vida al querer conservar la buena parte?
    5. ¿En qué aspectos de nuestras relaciones con otros la buena parte puede ser una bendición?
  4. Conclusión

¿Cuál es la parte que no le será quitada a María?

María es una de las figuras más destacadas en el evangelio y en la Biblia, por lo que está íntimamente relacionada con la historia de Dios y de Jesucristo. Esta relación según las Escrituras es una conexión muy profunda, que se extiende a través de los siglos, ya que ella tiene un papel significativo en la obra de salvación.

Por tanto, ¿cuál es la parte que no le será quitada a María? La Biblia nos da la clave. En Lucas 1:47-55, se dice que María es bendecida entre todas las mujeres y es llamada bienaventurada por haber creído durante su vida los planes y promesas de Dios. Esto significa que la parte que no le será quitada a María es su fe y su confianza en el Señor, tanto durante los buenos como los malos momentos que recorrió. Esto es algo que a todos los que creemos en Dios se nos insta a imitarla.

Además, María estaba consciente de que Dios era fiel a su palabra y que siempre cumplía sus promesas. Es decir, la parte que no le será quitada a María es la certeza que tenía acerca de quién es Dios y qué haría para traer a cabo sus propósitos. Ella descansó en la presencia de Dios y en su soberanía, y fue recompensada con la oportunidad de llevar al Salvador del mundo.

Por último, otra de las características que nunca se le quitaron a María fue su humildad. María honró a Dios por el don que Él le había proporcionado y aceptó con gozo su predestinación de dar a luz al Hijo del Señor. Esto la puso como ejemplo para todos aquellos que deseen servir al Señor y honrarlo con sus acciones.

¿Cuál es la buena parte que escogio María?

La historia de María es una de las más conmovedoras del Evangelio. Una jovencita devota a los mandamientos y al servicio de Dios, quien fue escogida como madre de Jesús, el Hijo de Dios.

Esta decisión de parte de María nos muestra la humildad y el sacrificio que caracterizan su vida. Cuando el arcángel Gabriel se le apareció para anunciarle la bendición de llevar al Salvador de este mundo en su seno, María no puso excusas ni dudas acerca del plan de Dios. Y digamos, aún ignorando la cruz del camino al que se dirigía, ella eligió siempre la buena parte.

¿Cuál fue esa buena parte?

María eligió ser parte de la tarea de salvar a su pueblo de la maldición del pecado. Llevó a Jesús, el Único capaz de hacer esto, el Hijo de Dios encarnado. Fue una responsabilidad grande y noble, una decisión atrevida, la cual supo afrontar y sobrepasar con admirable estatura.

Esta buena parte abarca también su entrega al servicio de Dios. María era una devota fiel, quien guardaba los mandamientos de Dios y estaba pendiente de los planes divinos. Esta actitud la llevó a entender aquello que Gabriel le dijo: el poderoso ha hecho grandes cosas en ella.

María eligió ser la madre de Jesús, el Salvador de este mundo. Ella soportó la Cruz, creyó en las promesas de Dios, entregó totalmente su vida al servicio de él. Fue una decisión atrevida, pero con un resultado eterno. Sin la obediencia de María al plan de Dios, su Hijo no habría venido a redimir a los hombres de sus pecados.

Ella eligió la buena parte para sí y para todos aquellos que buscan la salvación. Sin duda, María fue una mujer excepcional. Reconocida por el Señor, y honrada por los hombres.

  • Humildad.
  • Sacrificio.
  • Obediencia al servicio de Dios.
  • Entrega al plan de Dios.

Estas fueron las virtudes que María escogió para sí y que la hicieron respetada desde entonces. La buena parte nunca pasará inadvertida, ya que los planes de Dios aseguran bendiciones para aquellos que siguen sus caminos.

Preguntas Relacionadas

¿Qué significa que la buena parte que nunca nos será quitada según la Biblia?

La Biblia, como libro de Dios, siempre nos motiva y nos da esperanza. En Mateo 10:42, Jesús dice: "y cualquiera que diere a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en mi nombre, de cierto os digo que no perderá su galardón". Esto significa que Dios recompensa todas las buenas acciones que realizamos en su nombre.

Durante la redacción del artículo, ¿Qué significa que la buena parte que nunca nos será quitada según la Biblia? , podemos notar algunos conceptos que nos invitan a tener esperanza. Primero, significa que hay una parte, una porción, que Dios nos dará para siempre, algo que nunca nos será arrebatado.

Segundo, la palabra 'buena' se refiere a algo positivo, algo que es bueno para nosotros, ya sea material o espiritualmente. Entonces, la buena parte que nos será entregada es algo bueno para nuestras vidas.

Además, sabemos que siempre tenemos que hacer lo correcto para poder obtener la buena parte que nos reserva Dios. La Biblia menciona dos ejemplos de la buena parte que no se nos quita:

  • El amor de Dios: Dios es el Padre celestial por excelencia. Él nos ama incondicionalmente y proporciona todos los dones que necesitamos para crecer. El amor de Dios es la primera buena parte que Dios nos da sin solicitar nada a cambio.
  • El Espíritu Santo: El Espíritu Santo es el tercer miembro de la Trinidad. Él nos guía y nos ayuda a vivir una vida cristiana y a descubrir todos los dones divinos que hay en nosotros.

La buena parte que nunca nos es quitada según la Biblia es el amor y la dirección de Dios, al igual que Su presencia. Él nos abraza con sus brazos abiertos y nos ofrece consuelo y esperanza para no desfallecer cuando pasan las tribulaciones.

¿Cómo podemos descubrir cuál es nuestra buena parte?

Es difícil, a veces, sentirnos bien consigo mismos, incluso cuando hacemos cosas buenas. Descubrir cuál es nuestra buena parte puede ser una tarea ardua. Sin embargo, hay algunas prácticas que pueden ayudarnos a encontrarla.

A continuación exploraremos algunos pasos para descubrir cuál es nuestra buena parte:

  • Enfócate en tus puntos fuertes y trabaja sobre ellos: en lugar de centrarte en tu debilidad, concéntrate en tus fortalezas y trabaja para mejorarlas. Esto te permitirá descubrir habilidades que ni siquiera sabías que tenías.
  • Busca oportunidades de mejora: aunque hayas logrado alcanzar tus metas, no llegues a estancarte. Estudia cómo puedes mejorar y encontrar formas de incrementar tu rendimiento en los ámbitos en los que destacas.
  • Haz actividades que disfrutes y te permitan descansar: encuentra tiempo para relajarte, hacer alguna actividad que te guste y te divierta. Explora nuevas posibilidades, como leer un libro, aprender un instrumento, salir con amigos, etc.
  • Ten un diálogo interno positivo: Usualmente somos críticos con nosotros mismos. Esto es algo normal, pero si lo llevas al extremo puede ser perjudicial para tu autoestima. Procura controlar tus palabras hacia ti mismo. Trata de ver el lado bueno de cada situación y ten un diálogo positivo contigo mismo.
  • Compárate con tu propio pasado: Comparar nuestra vida con la de otras personas puede ser contraproducente, ya que nos lleva a minimizar los logros que hemos conseguido hasta el momento. Compara tu vida con tu pasado y reconoce el progreso y el crecimiento. Esto te permitirá reconocer tu buena parte.

Por supuesto, descubrir cuál es nuestra buena parte requiere práctica y persistencia. Necesitas aceptarte a ti mismo tal y como eres y creer en tus habilidades. Poco a poco, descubrirás cuáles son tus dones y cómo usarlos para hacer del mundo un lugar mejor. Finalmente, recuerda que tienes una responsabilidad de ser el mejor modelo de persona que puedas ser, te has comprometido a honrar a Dios con tus acciones.

¿Qué nos enseñan en la Biblia los ejemplos de personajes que hayan buscado, obtenido y conservado la buena parte?

La Biblia está llena de ejemplos que nos muestran como los personajes bíblicos buscaron, obtuvieron y conservaron la buena parte. Estas historias son una fuente de sabiduría que podemos encontrar para guiarnos en nuestra vida cotidiana. Aprender de estos ejemplos es una buena forma de vivir mejor al alcance de todos.

Un ejemplo que se nos presenta en la Biblia es el de Daniel. Desde joven fue cautivo en Babilonia, y a pesar de las dificultades de aquella nación pagana, logró conservar su fe. Su firma voluntad para seguir los mandamientos de Dios le permitió no sólo escapar a los juicios más duros, sino también ganarse la admiración de sus jueces. Daniel nos enseña que, con constancia, disciplina y obedeciendo los preceptos de Dios, lo imposible se puede lograr.

Otro ejemplo es el de Josué. Se nos presenta a un líder que llegaría a liderar a un grupo de personas a tierras desconocidas. Murmuradores por todos lados. A pesar de la presión y desaliento de los israelitas, Josué no se amilanó. Siguió la voz de Dios, y obtuvo tierras y victorias para su pueblo. Josué demuestra que la confianza en Dios va más allá de las dificultades y podemos ser triunfadores con su ayuda.

Por último, el ejemplo de Job nos habla de la resiliencia que alcanzamos cuando confiamos en el poder de Dios. A pesar de perder su familia, bienes y salud, Job mantuvo su fe en Dios y aceptó todo lo que vivía como parte de su prueba. Al final de la historia, Job recibió el doble de lo que antes había tenido. Job nos demuestra que si mantenemos nuestra fe, podemos llegar a obtener mucho más que lo que perdimos.

¿Cómo ha sido bendecido tu vida al querer conservar la buena parte?

Me ha sido muy bendecido en mi vida al querer conservar la buena parte. Esta actitud la aprendí desde pequeño, cuando los valores de mi familia siempre me inculcaron que la bondad debía estar presente en mis acciones. Desde entonces, he tratado de encontrar el lado positivo y cultivarlo, sin importar las circunstancias en las que me encuentre.

Gracias a esto, he podido comprender la realidad con esperanza, aceptando cada momento como un reto para mejorar. Lo que antes me parecía difícil, ahora se ha convertido en una motivación para lograr lo que deseo. He descubierto que al enfocarme en notar lo que hay de bueno en los demás, la bondad siempre me llega de vuelta de alguna forma.

Entre los beneficios de querer conservar la buena parte destaco los siguientes:

  • me mantiene alegre ante la adversidad
  • me ayuda a ser más comprensivo conmigo mismo y con los demás
  • me ha servido para crear nuevas amistades
  • me permite ver las cosas con optimismo
  • me ofrece la oportunidad de construir cualidades en los otros
  • me hace más feliz por ser considerado con todos

Finalmente, la voluntad de conservar la buena parte en mi vida me ha llevado a encontrar refugio en la palabra de Dios. Él nos enseña que no necesitamos temer ni sentirnos fracasados, pues su gracia y misericordia siempre estará a nuestro favor. Desde allí, he hallado el valor para perseverar a través de cada situación, pues creo que al final, nosotros somos responsables de nuestra propia felicidad.

¿En qué aspectos de nuestras relaciones con otros la buena parte puede ser una bendición?

Las relaciones que tenemos con los demás son muy importantes y la buena parte que exista en ellas puede ser una gran bendición. La Palabra de Dios nos enseña que la amistad es una fuente de alegría, por lo que buscar ser buen amigo con la gente que nos rodea puede convertirse en un gran regalo para nosotros mismos. En la Biblia encontramos consejos de como desarrollar relaciones sanas, aquellas que se nutren del amor, la paciencia y el respeto. Estas son algunas de las maneras en que la buena parte puede ser una gran bendición en nuestras relaciones con otros:

  • Aumentar la alegría: La amistad es un don y podemos disfrutarlo con quienes nos rodean. Ser una persona amigable y con buen carácter harán que los demás se sientan cómodos al estar cerca de nosotros y esto nos traerá felicidad al compartir experiencias.
  • Establecer confianza: La confianza es el elemento clave en una buena amistad. Compartiendo nuestro tiempo, nuestros recuerdos y nuestras opiniones, podemos construir un vínculo fuerte basado en la honestidad y la lealtad. De esta forma, todos los involucrados tendrán la seguridad de contar con un amigo de verdad.
  • Motivación: Establecer lazos emocionales con la gente a nuestro alrededor nos motivará a seguir adelante y a alcanzar nuestros objetivos, ya que tendremos sus ánimos y apoyo para no rendirnos.
  • Ayudar a los demás: Al ser una fuente de alegría, respeto y motivación para quienes nos rodean, podremos ayudarlos a mejorar su vida y así disfrutar juntos de la bendición que Dios nos ofrece.
  • Enseñar valores: La buena parte también nos enseña valores como el perdón, la bondad, el optimismo y la fe. Estas lecciones nos harán más sabios y nos ayudarán a crecer espiritualmente.

Una buena parte en nuestras relaciones con otras personas, nos acercara a la voluntad de Dios para nuestras vidas. Esto nos ayudara a ser mejores versiones de nosotros mismos, para ser una bendición para los demás.

Conclusión

La vida como la conocemos es llena de altibajos y sorpresas. Sin embargo, hay algo que nunca se nos quitará: La buena parte que proviene del amor y la gracia de Dios. Él nos da suficiente fuerza para mantenernos firmes a pesar de los desafíos de la vida.

Esta buena parte se revela a través de:

  • La Palabra de Dios: nos abre los ojos a una nueva realidad, nos muestra el camino hacia la salvación y nos instruye en lo que debemos hacer.
  • El Espíritu Santo: nos ayuda a vivir una vida de fe que nos llena de gozo y nos permite llevarnos bien con Dios y otros.
  • Jesucristo: Él es nuestro Salvador y nuestra paz, el único que nos puede sacar de la pena y el dolor de la vida.

La buena parte nos fortalece cada vez que la experimentamos. Esto nos recuerda que no estamos solos y que la verdad de Dios nunca se nos quitará, siempre estará con nosotros para ayudarnos cuando más la necesitemos. Por lo tanto, esperamos con confianza que Dios nos da la gracia y seguridad que necesitamos, pues Él siempre atiende nuestras oraciones e intercede por nosotros.

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