Sermón: Que Olor Tiene Tu Ofrenda

Uno de los mayores regalos que uno puede ofrecer a Dios es el de un corazón humilde y un acto de adoración. Desde el principio, Dios ha dado la orden de sacrificar animales en forma de ofrenda para mostrar desagrado. Hoy en día, nuestras ofrendas se hacen en forma de alabanza, oración y aceptando la voluntad de Dios.

¿Qué olor tiene nuestra ofrenda a Dios? En realidad, es el olor del amor y la devoción que ponemos detrás de ella. La oración sincera y la adoración con devoción tienen un aroma especial que llega a los Cielos. Así como el aroma de una ofrenda material hace que Dios sea más complacido en él, ¡el aroma de un corazón humilde y dispuesto también agrada a Dios!

Dios es amor y ve con agrado todas las buenas obras que hacemos. Es por eso que debemos levantar nuestras ofrendas a El con nuestras alabanzas y adoraciones. Debemos hacerlo sin pensamientos vanos, con fe y un corazón acluso a la voluntad de Dios. Nuestras alabanzas son como una fragancia ante Dios, un aroma que no solo lo complace, sino que también nos anima a mantenernos fieles a Él y al Evangelio de su Hijo.

Recordemos entonces que, en última instancia, el ​​olor de nuestra ofrenda depende de nosotros. Si estamos dispuestos a entregarle nuestro corazón y almas a Dios, entonces el resultado será una fragancia que Él agradecerá. Que podamos todos ofrecer a Dios una ofrenda agradable.

Puntos clave para recordar:

  • Nuestras ofrendas a Dios se hacen en forma de alabanza, oración y aceptando la voluntad de Dios.
  • El olor de nuestra ofrenda depende de nuestro corazón y alma, si estamos dispuestos a entregárselo a Dios, entonces el resultado será una fragancia que Él agradecerá.
  • Que podamos todos ofrecer a Dios una ofrenda agradable.
Índice
  1. Casa De Dios O Pasarela Del Demonio (( terrible predica )) Belky Zuniga
  2. Preguntas Relacionadas
    1. ¿Qué significa para ti el Sermón de la Ofrenda?
    2. ¿Cuáles son las promesas que Dios hace a aquellos que ofrecen una ofrenda de los frutos de su trabajo?
    3. ¿Cómo puede ser un recordatorio constante para nosotros el olor a la ofrenda?
    4. ¿De acuerdo con la Biblia, qué efecto tiene el olor de nuestra ofrenda sobre Dios?
    5. ¿Qué nos muestra el Sermón de la Ofrenda acerca de la importancia de las ofrendas para Dios?
  3. Conclusión

Casa De Dios O Pasarela Del Demonio (( terrible predica )) Belky Zuniga

Preguntas Relacionadas

¿Qué significa para ti el Sermón de la Ofrenda?

El Sermón de la Ofrenda es uno de los elementos más importantes del Evangelio, simboliza el acto de dar, y nos enseña a sacrificar parte de lo que tenemos para compartir con otros. Esta ofrenda no sólo va dirigida a nuestra iglesia, sino también a la comunidad, donde podemos ayudar a aquellos que están menos favorecidos.

En el lenguaje bíblico la ofrenda se refiere a la contribución espiritual, material o emocional que hacemos para ayudar a otras personas. En el Sermón de la Ofrenda hemos escuchado muchas veces acerca de sacrificarnos para beneficio de los demás. El apóstol Pablo nos animaba a compartir con gusto, a ofrecer mucho para el desarrollo de la Iglesia y su misión.

Esta ofrenda nos ayuda también a nosotros mismos, ya que nos enseña que nuestra vida no depende de las posesiones materiales que acumulamos y sí de la generosidad y compasión con que amamos a nuestro prójimo.

Es decir, el Sermón de la Ofrenda nos habla de la necesidad de entregar algo de nosotros mismos, encontrando la motivación interna para ayudar al prójimo, sin esperar nada a cambio. Esta ofrenda es un ejercicio espiritual, que nunca esforzamos bastante y nos acerca a Dios.

¿Cuáles son las promesas que Dios hace a aquellos que ofrecen una ofrenda de los frutos de su trabajo?

Dios ha estado haciendo promesas a aquellos que ofrecen una ofrenda de los frutos de su trabajo desde la antigüedad. En el Antiguo Testamento hay diversos versículos que hablan acerca de las bendiciones que Dios prometió dar a quienes le ofrecían de sus bienes. Por ejemplo, en Malaquías 3:10 se dice: “Traed todos los diezmos al alfolí para que haya alimento en mi casa. Ponedme así a prueba –dice el Señor Todopoderoso– y a ver si no os abro las compuertas del cielo y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.

Los cristianos también creemos que recibiremos bendiciones cuando entregamos una ofrenda al Señor. El Nuevo Testamento nos habla acerca de una de las promesas de Dios. En 2 Corintios 9:6-7 leemos: “El que da semilla al que siembra y pan para comer, proveerá y multiplicará vuestra semilla para sembrad y acrecentará los frutos de vuestra justicia. Así enriqueceréis en todo para toda generosidad, la cual por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios”. Esto significa que Dios nos abrirá las compuertas del cielo y nos bendecirá con abundancia cuando entregamos una ofrenda de los frutos de nuestro trabajo.

Otra promesa de Dios es aquella que nos asegura que es él quien nos proveerá nuestras necesidades. En Filipenses 4:19 dice: “Y mi Dios, según su riqueza en gloria, de su bondad hacia vosotros proveerá todo lo que os sea necesario”. Esta es una promesa maravillosa; sabiendo que Dios proveerá nuestras necesidades es un gran alivio.

Finalmente, hay una promesa de Dios acerca de la prosperidad y éxito en la vida. En Jeremías 29:11 podemos leer: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, dice el Señor, planes de bienestar y no de mal, a fin de daros porvenir y esperanza”. Esta es una de las promesas más hermosas de Dios para los que le sirven fielmente; que tendremos bienestar, éxito y prosperidad en la vida.

¿Cómo puede ser un recordatorio constante para nosotros el olor a la ofrenda?

El olor a la ofrenda es un recordatorio constante para nosotros. Muchos cristianos usan los diferentes tipos de incienso, el cual es presentado día tras día en las iglesias como parte de la ofrenda y como un símbolo de adoración a Dios. Esta práctica significa la presencia de Dios y un compromiso con Él. Puede ser un recordatorio constante para nosotros del amor, esperanza y perdón que Él nos provee.

Recordamos lo que dice la Escritura. No solo podemos recordar a Dios con el olor a la ofrenda; también le recordamos sus promesas. Por ejemplo, Isaías 61:1-3 dice: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y a dar vista a los ciegos, a libertar a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor". Estas palabras son un recordatorio constante de que Dios está con nosotros y siempre cumplirá sus promesas.

Además, nos recuerdan los mandamientos de Dios. El incienso es un símbolo de nuestras oraciones ascendiendo hacia Dios. Cuando el sacerdote ofreció incienso sobre el altar del tabernáculo, Moisés recordó a los israelitas que deben de acercarse a Dios con sus ofrendas y con un corazón contrito. Esto también nos recuerda que debemos acercarnos a Dios con nuestra oración, adoración y sacrificio.

¿De acuerdo con la Biblia, qué efecto tiene el olor de nuestra ofrenda sobre Dios?

El olor de nuestra ofrenda es uno de los más grandes agrados que podemos ofrecerle a Dios. La Biblia enseña que las ofrendas de los fieles le producen un gran placer al Señor. Según el Libro de Levítico, Dios está complacido ante la adoración desinteresada y generosa de los creyentes.

La Palabra revela que el olor de la obediencia a Dios es el más precioso para Él . En el Libro de los Salmos, David nos dice: “Como el olor del buen incienso, así es para mí la oración de los justos” (Salmos 141:2). Esto significa que el olor de nuestras oraciones es especial para Dios y lo siente como el agradable aroma del incienso que se quemaba en el antiguo tabernáculo.

Además, el olor de nuestras buenas obras también es una fragancia que complace a Dios. El apóstol Pedro escribe que nuestra bondad es “grata a Dios” (1 Pedro 2:5). Al servir a otros con amor y compasión, estamos ofreciendo nuestra vida como una ofrenda aceptable de adoración.

Por lo tanto, al presentar nuestra ofrenda a Dios, nos estamos comprometiendo a cumplir Su Voluntad . Ofrecemos Nuestro corazón como un sacrificio santo y obediente a Dios. Estamos diciéndole que nosotros tomamos en serio su Palabra y hacemos lo que dice. Al discernir nuestra ofrenda, Dios reconoce que somos su pueblo y somos sus siervos fieles.

¿Qué nos muestra el Sermón de la Ofrenda acerca de la importancia de las ofrendas para Dios?

El Sermón de la Ofrenda nos muestra la importancia que Dios le otorga a nuestras ofrendas. Esta enseñanza se encuentra en Malaquías 3: 8-12. La Palabra de Dios nos dice que debemos traer la ofrenda alegre para el Señor. Para el Señor, el acto de hacer una ofrenda no es solo una deuda que hemos de pagar, sino una forma de compartir y celebrar su bondad.

En este pasaje se nos muestra dos importantes asuntos acerca de la importancia de las ofrendas para Dios:

  • Las ofrendas muestran nuestro amor por Dios. Nuestras ofrendas sicnifican que colocamos a Dios como prioridad en nuestras vidas. Al presentarle una ofrenda, estamos dando una muestra de nuestro agradecimiento por la gracia que Él nos da.
  • Las ofrendas muestran nuestra obediencia a Dios. Las ofrendas nos ayudan a recordar la alianza que tenemos con Él. Esta acción refleja la obediencia a los mandatos que nos da en Su Palabra. Al hacer ofrendas, mostramos a Dios que somos conscientes de que todo lo que poseemos es de Él.

Para concluir, podemos decir que el Sermón de la Ofrenda muestra claramente la importancia de las ofrendas para Dios. Nos demuestra que al hacer ofrendas estamos expresando nuestro amor y nuestra obediencia hacia Dios. Nuestras ofrendas son un recuerdo forman parte de la bendición y la abundancia que Dios nos otorga.

Conclusión

El sermón de esta semana trata sobre el olor de nuestras ofrendas. En la Biblia, podemos encontrar escrituras que hacen referencia a los olores de las ofrendas de los creyentes como un perfume agradable para Dios. El salmista dice: “Ofrece sacrificios justos y confía en el Señor” (Salmo 4:5).

Dios no sólo quiere que nosotros le brindemos ofrendas físicas, sino que también desea que le entreguemos los frutos de lo que somos, de lo que pensamos y de lo que hacemos. Al seguir a Cristo, debemos aprender a ofrecer las primicias de nuestra vida a Él. Esto incluye nuestra obediencia, nuestra adoración, nuestra alabanza, nuestra oración, nuestra confesión de pecado y nuestro amor.

Del mismo modo, nuestras ofrendas deben tener un buen olor para Dios. Nuestras palabras y acciones deben reflejar el amor y la misericordia especiales que hay en nosotros. Debemos enfocarnos en demostrar amabilidad y actuar con justicia. Si hacemos esto, la ofrenda de nuestras vidas tendrá el mejor olor para Dios.

En conclusión, el sermón de esta semana nos recuerda que podemos ofrecer a Dios sacrificios justos y reverentes, llenos de amor y misericordia. Nuestras ofrendas no deben ser simplemente materiales, sino también espirituales. Si cumplimos con esto, los frutos de nuestras vidas crearán un aroma agradable para Dios.

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